The Last of Us, la recientemente estrenada serie de HBO Max, presenta un escenario que ya hemos visto muchas veces en producciones de Hollywood: un apocalipsis zombi y el consecuente fin de la humanidad. Lo que hace original a esta historia es como los zombis llegan a aparecer en la civilización y se debe a un hongo parásito que existe en la vida real, el Cordyceps.

En el lore de la serie, el cordyceps ha logrado mutar de tal forma que ha dejado de afectar solamente a los insectos y ha pasado a los humanos, tomando control de ellos y convirtiéndolos en una especie de zombi que, para complicar más las cosas, con el tiempo logran transformarse en distintas criaturas tan horripilantes como peligrosas.

En cuanto a como se logró diseminar el Cordyceps entre las personas, el primer capítulo aún no lo ha explicado, sin embargo, ha dejado pistas que los fans ya han logrado identificar para elaborar así sus teorías. La más plausible asegura que, en la serie, el cordyceps se contrajo por consumir harina contaminada con este hongo.

Pero, ¿qué es el Cordyceps?

Los hongos del género Cordyceps existen en la vida real. Según Wikipedia, este género de hongos abarca unas 400 especies por todo el mundo.

Son parásitos, mayormente de insectos y otros artrópodos, que al introducirse en su huésped lo invade y termina por reemplazar sus tejidos mientras que el cuerpo podría adquirir diversas formas: cilíndrico, ramificado o de formas complejas. Del exoesqueleto de la víctima brotan entonces estructuras en forma de zarcillos o protuberancias tentaculares y que, según la especie, pueden ser infecciosos y contribuir a la propagación mediante esporas.

Incluso, existen algunas especies de Cordyceps que son capaces de afectar a la conducta de su insecto hospedador, tal como sucede en la serie con los distintos tipos de zombis, como los chasqueadores, corredores o acechadores. En la vida real, con el sistema nervioso alterado, los insectos pierden la voluntad y se convierten en marionetas de los hongos, de tal manera que son 'obligados' a dirigirse a una zona del ecosistema conveniente, como espacios abiertos o las áreas más altas de las plantas, para diseminar las esporas de los hongos y colonizar así a otros insectos.

Estas especies de hongos crecen en zonas tropicales de Asia (precisamente, en la ficción los primeros casos empiezan en Yakarta, Indonesia) y América, donde tienen la temperatura y la humedad suficiente para desarrollarse bien. En Europa no se debe temer a este hongo ya que el Cordyceps unilateralis se encuentra principalmente en entornos de selva subtropical, donde ha evolucionado para parasitar específicamente a las hormigas de la familia camponotini. 

¿El Cordyceps puede transmitirse al ser humano?

Contrario a lo que se pueda creer gracias a la serie, algunas especies de Cordyceps son fuentes de sustancias bioquímicas con interesantes propiedades biológicas y farmacológicas como la cordicepina. Por ejemplo, el Cordyceps subsessilis es la fuente de la ciclosporina, un medicamento que se usa en el trasplante de órganos humanos como inmunosupresor.

Esta variedad se conoce en China como zong chao y era usado solo los emperadores y la élite gobernante buscando la vitalidad y longevidad. A pesar de ser tantos tipos de hongo, tan solo el sinensis y el militaris son comestibles, y a ambos se les han atribuido numerosas propiedades terapéuticas.

Al respecto, la humanidad puede respirar tranquila y no temer a una posible infección ya que el hongo responsable del apocalipsis en la serie -el Cordyceps unilateralis, que infecta y se hace con el control de la cabeza de las hormigas provocando que actúen como zombis- tiene problemas para crecer y desarrollarse por encima de los 32 grados, por lo que no podría soportar los casi 37° que tiene el cuerpo humano.

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