La llegada de la ley de Zonas de Bajas Emisiones a las localidades de más de 50.000 habitantes está provocando mucha polémica.
Los más afectados de las nuevas medidas son los propietarios de vehículos diésel y gasolina, es decir, la gran mayoría de los conductores de España.
Aunque será cada uno de los ayuntamientos los que establezcan qué vehículos podrán entrar al centro y cuáles no, también se prevé restricciones en concepto económico para aquellos que dispongan de la etiqueta B o C.
Existe un ”truco” para librarse de muchas de las retenciones. Los propietarios de vehículos gasolina y diésel pueden convertirlos en un híbrido. Además, esta transición viene con “regalo” en forma de etiqueta Eco de la DGT.
Requisitos para la transición a GLP y etiqueta ECO
Ten en cuenta que la DGT solo autoriza estos movimientos en vehículos diésel fabricados a partir del 2006 y gasolina fabricados a partir de 2001.
Para obtener la etiqueta ECO, Tráfico es aún más restrictivo. Solo la obtendrán aquellos vehículos que hagan la transición y cumplan con las últimas emisiones EURO. Es decir, turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2015.
¿Cuánto me va a costar?
La transición es sencilla y se debe hacer en talleres homologados. Se coloca un depósito de gas en el hueco de la rueda de repuesto del maletero y se completa con un circuito para canalizar el gas hasta el motor. Al finalizar la transición, el propietario deberá llevar su coche a un centro de ITV.
El coste de convertir un coche de gasolina en Autogas ronda los 1.000 y 2.000 euros, según el modelo. Es la opción más rentable pues el coche diésel aún no goza de tantas ventajas. La transición es mucho más cara por su complejidad y el ahorro económico en el carburante no es tan alto.
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