El naranjo chino, también conocido como Calamondín o Citrus mitis, es una planta de interior que ha ganado popularidad debido a su belleza y sus pequeñas frutas cítricas. Mantener esta planta saludable y vibrante no requiere de un esfuerzo extraordinario. Aquí te presentamos una guía de cuidados sencillos para disfrutar al máximo de tu naranjo chino en casa.
1. Ubicación y Luz:
La planta de naranjo chino prospera en un lugar con luz brillante pero indirecta. Colócalo cerca de una ventana donde reciba luz solar suave durante la mañana o la tarde. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas. Si no tienes una ventana soleada, las luces de cultivo LED pueden ser una excelente alternativa.
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2. Riego Moderado:
El naranjo chino prefiere un sustrato ligeramente húmedo pero no empapado. Riega cuando la capa superior del sustrato se sienta seca al tacto. Es importante permitir que el exceso de agua drene del recipiente para evitar que las raíces se pudran. En invierno, reduce la frecuencia de riego.
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3. Temperatura y Humedad:
Esta planta prospera a temperaturas entre 18°C y 24°C. Evita las corrientes de aire frío y las temperaturas extremas. El naranjo chino también aprecia la humedad, por lo que puedes aumentar la humedad alrededor de la planta mediante un humidificador o un plato con agua.
4. Fertilización:
Alimenta tu naranjo chino con un fertilizante equilibrado soluble en agua durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Reduce la fertilización en invierno cuando la planta está inactiva. Sigue las instrucciones del producto para evitar la sobrealimentación.