Isabel II del Reino Unido, reinó durante 70 años; desde el año 1952, cuando asumió su rol real, en los que vio pasar guerras y múltiples acontecimientos, hasta septiembre de 2022 cuando se produjo su deceso. Convirtiéndose en la monarca británica con más tiempo en el reinado y en la mayor exponente de la realeza a nivel mundial. Esta histórica mujer, tenía un intenso gusto por los perros de raza Corgi.
¿Cómo son los perros elegidos por su alteza?
El corgi es una raza de perro de origen gales, se lo considera un perro pastor y también una de las razas perrunas más antiguas del Reino Unido. Se caracterizan por ser físicamente pequeños pero robustos, sus cabezas recuerdan a los de los zorros y se ven activos e inteligentes; el pelaje de los mismos suele ser corto y liso con colores cobrizos, negros o beige.
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A lo lago de su vida, la reina ha criado a más de 30 perros, encontrando en ellos la más pura lealtad y compañerismo. El primer corgi que tuvo Isabel II fue Susan, regalo de su padre, el rey Jorge VI, en el año 1944. De la perrita Susan, descienden los demás corgis que vivieron junto a la realeza.
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El amor que la monarca sentía por sus mascotas era tan fuerte que ella misma se encargaba de su alimentación y la acompañaban por todos los rincones del palacio. Además, los perritos con oreja puntiagudas fueron parte de varios eventos y fotos oficiales.
Un amor para la eternidad
Tras la muerte de Isabel II, creció la curiosidad por conocer qué pasaría con sus preciadas mascotas. Los mismos están bien cuidados y algunas veces recorren los lugares que solían frecuentar con su difunta dueña. Es por ese amor incondicional que Hywel Bran Pratley, el escultor encargado de realizar la estatua oficial de la reina, no dudó en darles el merecido reconocimiento por una vida de compañía y amor.