Las arrugas son una parte natural e inevitable del proceso de envejecimiento de la piel. Aunque la genética juega un papel, con el tiempo todos enfrentamos la aparición de surcos en nuestro rostro que revelan la huella del tiempo. No obstante, estas marcas también son indicativos de la salud de nuestra piel. En respuesta a esta realidad, se han desarrollado una variedad de tratamientos y productos diseñados para combatir y atenuar las arrugas, aunque no siempre eliminarlas por completo.

El colágeno y elastina son dos proteínas cruciales para mantener la piel firme y elástica. A medida que envejecemos, su producción disminuye. Además, factores externos como la exposición solar, el tabaquismo y la genética pueden acelerar la aparición de arrugas. La médica Mar Gonzálvez, experta en cirugía maxilofacial y medicina estética, destaca que la pérdida de volumen y soporte de las capas profundas de la piel también contribuye al desarrollo de arrugas, como las líneas de marioneta y los surcos nasogenianos.

¿Podemos clasificar las arrugas?

Existen dos tipos de arrugas: dinámicas y estáticas. Las arrugas dinámicas resultan de la repetición de gestos y expresiones a lo largo del tiempo. Las arrugas estáticas, en cambio, son visibles incluso en reposo y son producto del envejecimiento natural y la pérdida de colágeno. Además, factores externos como la contaminación y los hábitos de vida también pueden acentuar estas arrugas.

Prevenir las arrugas implica adoptar buenos hábitos como el uso diario de protector solar, mantener una hidratación adecuada y llevar una dieta rica en antioxidantes. Sin embargo, las arrugas causadas por el envejecimiento profundo de las capas de la piel pueden requerir tratamientos médicos o de cirugía estética. Los tratamientos como láseres, peelings químicos y el microneedling pueden estimular la producción de colágeno y elastina en la piel.

En cuanto a la rutina cosmética, los productos que contienen retinoides, como el retinol, y alfahidroxiácidos son recomendados para estimular la renovación celular y la producción de colágeno. También existen procedimientos como la redensificación de la piel con ácido hialurónico, la neuromodulación y los rellenos dérmicos que ofrecen resultados naturales y mejoran la apariencia de las arrugas. El enfoque es promover una belleza natural y saludable, respetando la expresión facial y adaptándose a las necesidades individuales.