Desafortunadamente para muchas personas, el abdomen es el área más problemática para perder grasa y tiene mucho que ver con la genética también. Si has estado a dieta y entrenando fuerza, pero no tienes el vientre plano que deseas, es posible que debas mejorar tu digestión.

La digestión es esencial para controlar tu peso. Si tu digestión es pobre, entonces la probabilidad de tener sobrepeso y almacenar grasa corporal es mayor. 

Cómo mejorar tu digestión

Lo primero que tienes que hacer para mejorar tu tracto digestivo es mejorar tu dieta: cambia la comida basura y los alimentos procesados por alimentos integrales y/o de un solo ingrediente.

Empieza a incluir más frutas y verduras, cereales integrales y frutos secos. Además, incluye más alimentos que contengan probióticos, buenas bacterias, como yogur, kimchee, vinagre de sidra de manzana crudo, ajo, cebolla y chucrut.

Además, debes comer comidas más pequeñas, beber más agua y hacer ejercicio regularmente, notarás la diferencia.

Añade alimentos ricos en fibra como manzanas, aguacates, avena y lentejas y así ayudarás a que tu sistema digestivo funcione mejor.

¿Cómo afecta la salud digestiva a la pérdida de grasa?

Tu sistema digestivo convierte los alimentos en glucosa, aminoácidos o ácidos grasos. Luego, es absorbido por el torrente sanguíneo para transportar nutrientes vitales.

Pero si tu sistema digestivo no funciona correctamente, tu cuerpo no puede absorber adecuadamente estos nutrientes, lo que lleva a deficiencias y a un metabolismo más lento. 

Cuanto más lento sea tu metabolismo, menos calorías quemarás y más grasa almacenarás, especialmente en tu estómago. Una de las razones de esto es que la mala salud digestiva conduce a la hinchazón.

Pero otra preocupación es que, dado que no estás digiriendo los alimentos que estás absorbiendo, aumentarás tu apetito, lo que te llevará a comer en exceso.