En España, más de 800.000 personas de más de 50 años padecen de Alzheimer, una cruda enfermedad que hace que perdamos la memoria, que desarrollemos demencia y, por desgracia, no tiene cura.

Miles de estudios se realizan cada año intentando descubrir qué es lo que causa esta enfermedad y cómo podemos prevenirla, ya sea incorporando medicamentos o cambiando la forma en la que nos relacionamos con los alimentos.

Uno de estos estudios, publicado en la revista Wiley Online Library, analizó el efecto de los flavonoides que contienen algunos alimentos en el aprendizaje, la memoria y el rendimiento neurocognitivo, así como su relevancia en el desarrollo del alzhéimer.

Los arándanos dieron los mejores resultados

En el estudio se dispusieron dos grupos de investigación, formados cada uno por 30 voluntarios de diferentes edades, 60 personas en total. Un grupo ingirió placebo y el otro los diferentes alimentos en cantidades variables.

De todos los alimentos que usaron en el estudio, los arándanos, en forma de polvo de arándano, fueron los que mejores resultados mostraron. 

Se documentó una mejoría de la memoria episódica visual, la que nos permite recordar sucesos importantes. Además, los arándanos ejercerían un efecto protector ante el envejecimiento prematuro de las células, estos beneficios vienen dados por el contenido en flavonoides y de vitamina C.

Los voluntarios que consumieron arándanos, mostraron una mejor circulación de nutrientes esenciales, como el oxígeno o la glucosa, potenciando así los procesos cognitivos.

¿Cuántos arándanos hay que comer para beneficiarse de su contenido en flavonoides? 

La ración diaria recomendada de arándanos es de un puñado, unos 30 gramos, más o menos de 20 a 25 arándanos. De esta manera, recibiremos un 25 % de la cantidad de vitamina C recomendada.