El número de perros registrados en España ha aumentado enormemente tras la pandemia hasta los 9,3 millones, suponiendo así que un 25% de los hogares europeos tienen al menos un perro, y estos están cada vez más integrados en las dinámicas familiares, sus rutinas y planes de ocio.
Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina, y lo más probable es que nos llevemos a nuestro amigo fiel en nuestra próxima aventura. En caso no puedas, aquí te dejamos algunas alternativas para que tu perro pase también unas buenas vacaciones.
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Pero para adaptar a nuestro mejor amigo a los trayectos en coche todavía es necesaria una mayor concienciación y aprendizaje ante errores graves.
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Estos errores te podrán costar una multa nada barata
Uno de los errores que más se cometen a la hora de transportar al "hijo de cuatro patas" son:
- No utilizar ningún tipo de dispositivo.
- Permitir que el perro viaje en el asiento de copiloto.
- Que esté libre en los asientos traseros.
- Que asome la cabeza por la ventanilla.
Todas ellas son situaciones de mucho riesgo ante cualquier imprevisto que pueden acarrear multas desde los 80 a los 200 euros, o la pérdida de 6 puntos del carné y 500 euros en los casos más graves.
Una patente española para transportar al perro de forma segura
Una patente española que toma como referencia las mismas exigencias en sujeción segura y estable de las sillas infantiles, ha resistido con éxito las pruebas al asegurar al perro mediante un arnés al coche ante cualquier situación de emergencia.
Al tener 3 anclajes, el perro viaje en una posición de seguridad, sentado sobre sus cuartos traseros y de frente a la marcha. De esta forma se beneficia de toda la estructura del coche y de elementos de seguridad pasiva como los airbags, como lo hace una persona.
Al igual que las sillas infantiles, estos arneses caninos son diferentes en función del tamaño y el peso del perro.