Netflix, la plataforma líder de streaming, ha generado controversia este año al anunciar restricciones en el uso compartido de cuentas. Aunque inicialmente se temía que esta práctica quedara prohibida por completo, la compañía ha implementado un nuevo sistema que permite añadir perfiles adicionales por un costo de 5,49 euros cada uno. Sin embargo, esta medida ha llevado a un millón de bajas en España, según estudios recientes.
Aunque en teoría se pretendía limitar el uso compartido de cuentas de la plataforma de streaming, en la práctica no se habían aplicado restricciones de manera efectiva. De hecho, ha sido tendencia en redes sociales eludir los intentos de Netflix por localizar cuentas compartidas. Personalmente, al igual que muchos usuarios, retomé la práctica de compartir cuenta de la forma tradicional, pero ahora me enfrento a obstáculos para hacerlo.
Te podría interesar
Para comprender mejor lo que está sucediendo, es importante destacar cómo Netflix pretende evitar el uso compartido de cuentas. Desde el anuncio realizado en febrero, la plataforma exige que se establezca un "hogar principal", permitiendo únicamente a los dispositivos conectados desde ese hogar acceder a la cuenta.
Te podría interesar
Esta medida no se basa en la geolocalización, tal como ha aclarado Netflix en varias ocasiones. En cambio, se utiliza la dirección IP y el identificador del dispositivo para determinar si se encuentra en el hogar principal. Sin embargo, esto plantea un desafío, especialmente en España, donde es común tener direcciones IP dinámicas que cambian con frecuencia.
Netflix ha intentado detectar conexiones a cientos de kilómetros de distancia de la ubicación real, generando notificaciones a los usuarios sobre el uso de sus cuentas desde lugares remotos. Aunque la compañía no se ha pronunciado oficialmente sobre este problema, es evidente que su estrategia inicial no ha sido efectiva. Sin embargo, en Estados Unidos, donde se implementó esta restricción recientemente, están viendo resultados positivos.