Nostradamus es conocido mundialmente por sus acertadas predicciones. Después de ser el encargado de adelantar el asesinato de John F. Kennedy, la destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York, las guerras mundiales y la muerte de Isabel II. Ahora comenzó a circular una teoría sobre el cambio climático y su relación con los aviones que fumigan. 

Si bien es cierto que se trata de un intelectual francés  del siglo XVI, la forma en la que acertó con los casos anteriores lo mantiene como uno de los principales punto de referencia cuando se quiere saber que ocurrirá en el futuro. Sólo es cuestión de revisar sus 'centurias' para quedar asombrado. Ahora está circulando una sobre los aviones para fumigar. 

La teoría comenzó gracias a los 'chemtrails', un sector de la opinión pública, querían explicar la estela que dejan los aviones en el cielo. Entre las más populares se encuentra una donde se dice que el gobierno estaría manipulando el tiempo a través del rociado aéreo de productos químicos. Esto llevó a revisar lo que dijo Nostradamus. 

La teoría de Nostradamus sobre los aviones que fumigan

Después de revisar las centurias de Nostradamus, se puede ver que en una de ellas existe una relación con estos aviones. Se trata de la cuarteta LXXXI de la V centuria.  Los expertos sobre este intelectual francés habían asociado esta predicción con la creación de aviones de combate, pero también podría entrar en la idea del cambio climático. 

"El pájaro Real sobre la ciudad solar. Siete meses antes habrá hecho nocturno augurio: Mar de Oriente caerá trueno, relámpago. Siete días a las puertas los enemigos entonces", dice la cuarteta de Nostradamus.

Estas palabras fueron llevadas a grupos de Telegram donde comenzaron a descifrar el mensaje del francés del siglo XVI dejando ver que el avión sería el pájaro real. Cuando habla de "habrá hecho nocturno augurio: Mar de Oriente caerá trueno, relámpago", estaría hablando sobre las afecciones del cambio climático. 

Al final del día son especulaciones de aficionados, pero no se puede negar que el francés es uno de los mejores exponentes cuando se trata de predicciones del futuro y, para ser más precisos, de catástrofes mundiales.