Los poros dilatados son uno de los mayores problemas de la piel que afecta a muchas personas. Sin embargo, ¿qué tan cierto es el mito que circula alrededor de ellos? Sigue leyendo para descubrir la verdad detrás de este dilema y los trucos para cuidar tus poros para tener una piel impecable y uniforme.
Los poros son pequeñas aberturas en la piel que se encargan de regular la temperatura y drenar la suciedad y el sebo hacia afuera. Son fundamentales para mantener la salud cutánea y para absorber nutrientes. Además, permiten que la piel absorba productos aplicados por vía tópica, como cremas hidratantes y tratamientos del cuidado de la piel.
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La limpieza facial es la primera lección que toda persona debe aprender si quiere tener una piel bonita y saludable. Para ellos debes realizarla al menos dos veces al día, siendo una de ellas la de doble limpieza. Este proceso garantiza que los poros estén completamente limpios, sin impurezas, maquillaje ni restos de protección solar.
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Aunque se cree que los poros se abren y se cierran, en realidad, esto es un mito. Pueden parecer más grandes o más pequeños dependiendo de factores como la genética, la edad o la higiene. Los poros pueden dilatarse más de la cuenta por varios motivos. Esto puede ser el exceso de suciedad, una mala rutina de limpieza o el envejecimiento de la piel.
La consecuencia de tener los poros más abiertos es que son propensos a llenarse de impurezas, lo que a su vez deriva en problemas como puntos negros o acné. Por eso, es fundamental mantener una buena limpieza y usar los cosméticos adecuados. Existen algunos tratamientos básicos para combatir los problemas de los poros dilatados.