Los aceites faciales son una excelente opción para nutrir e hidratar la piel, gracias a su contenido en emolientes ricos en nutrientes y activos antiinflamatorios y antioxidantes. Además, son capaces de mejorar la elasticidad y retener la hidratación, lo que los hace ideales para pieles secas, mixtas o con tendencia grasa.
Sin embargo, no son recomendables para personas propensas al acné, brotes activos, dermatitis seborreica, caspa o rosácea, por lo que es importante consultar a un especialista antes de incluirlos en la rutina de cuidado de la piel. A continuación, presentamos ocho tipos de aceites faciales y para qué deben ser utilizados:
Te podría interesar
- Aceite de almendras dulces: rico en ingredientes que restauran la barrera cutánea, incluidos los triglicéridos y varios ácidos grasos como oleico, linoléico y mirístico.
- Aceite de coco: es un excelente ingrediente emoliente, pero no sustituye el protector solar. Aunque filtra alrededor del 20% de la luz ultravioleta, es importante aplicar el protector solar después de su uso.
- Aceite de semilla de uva: su baja saturación le da una textura más fluida que la del coco o almendra. Además, es conocido por sus propiedades antioxidantes.
- Aceite de semilla de cáñamo: ayuda a reponer los ácidos grasos omega de la piel y a fortalecer su superficie. Además, ayuda a evitar la pérdida de humedad. Se usa en tratamientos emolientes.
- Aceite de manuka: es un extracto derivado del árbol del té de Nueva Zelanda, el cual tiene propiedades antioxidantes comprobadas.
- Aceite de rosa mosqueta: sus ácidos grasos (linoléico y oléico) logran hidratar y suavizar. Además, tiene propiedades antioxidantes que le otorgan un superpoder antienvejecimiento.
- Aceite de jojoba: es un aceite seco que imita los lípidos de la piel, ayudando a equilibrar la producción de sebo y a combatir el acné.
- Aceite de argán: rico en ácido linoleico y vitamina E, es un excelente aliado para combatir la sequedad, reducir la inflamación y proteger la piel de los radicales libres.
Elegir el aceite facial adecuado para cada tipo de piel y necesidad puede ser una gran inversión para una piel saludable y radiante. Es importante recordar que los aceites faciales no deben sustituir el protector solar. Siempre es necesario consultar con un especialista en caso de tener dudas sobre su uso.