La coronación del rey Carlos III, prevista para el 6 de mayo, está suscitando gran expectación y, con ella, el papel que desempeñará la princesa Leonor en esta ceremonia tan importante para la monarquía británica. Se sabe que el nuevo rey quiere que la ceremonia sea ecuménica y multiconfesional, lo que permitiría dar cabida a las diferentes fes y confesiones de todos sus súbditos, tanto británicos como de la Commonwealth.

Aunque Carlos III es el jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, se espera que en la coronación se tenga en cuenta la diversidad religiosa de sus súbditos, lo que constituiría un cambio significativo en la ceremonia. Además, se espera que se realicen algunos cambios en la corona de la reina consorte, Camila, quien ha preferido reutilizar la corona que la reina Mary encargó para su propia coronación en 1911.

No se sabe si los pares de la nobleza británica revestirán sus mantos de terciopelo carmesí orlados de armiño y las coronitas que los acompañan, o si los miembros de la familia real británica extendida lucirán piezas importantes del rico joyero de la casa de Inglaterra. Otra incógnita que despierta interés es el criterio utilizado para invitar a los miembros de la realeza europea, como la princesa Leonor.

Durante siglos, la tradición ha dictado que ningún monarca en ejercicio, con excepción de los pequeños soberanos de territorios de la Commonwealth como el rey de Tonga, debería estar presente en la coronación de un rey británico, porque la ceremonia se entiende como un intercambio íntimo entre el monarca y su pueblo en presencia de Dios. Por lo tanto, si se mantiene esta norma, la princesa Leonor tendría que ser quien represente a la Casa Real de España.

La familia real española ha estado presente en algunas coronaciones británicas en el pasado, aunque no siempre. En 1937 y 1953, para las coronaciones de Jorge VI e Isabel II, la familia real española no estuvo representada. En cualquier caso, el papel que desempeñará la princesa Leonor en la coronación del rey Carlos III será seguido de cerca, especialmente porque se espera que su padre, el rey Felipe VI, no asista a la ceremonia debido a la tensión diplomática entre España y el Reino Unido por Gibraltar.