La manicura francesa es un clásico atemporal que se mantiene vigente con cada cambio de temporada. Sin embargo, si buscas una versión más contemporánea que deslumbre a todos, sigue leyendo. A continuación te presentamos un truco sencillo pero impactante: juega con el tono del esmalte.
Puedes comenzar con la base de la manicura francesa utilizando un esmalte en tono nude o rosa pálido. Este color debe mimetizarse con el tono natural de tus uñas. Así lograrás el aspecto limpio y elegante que caracteriza a esta técnica.
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Aquí es donde entra nuestro truco. En lugar del blanco clásico para la punta de las uñas, selecciona un color que contraste con tu tono de piel. Puedes elegir por un tono más oscuro para un toque sofisticado o elige colores vibrantes para una apariencia divertida y juvenil.
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Extiende el esmalte base en toda la uña y deja que se seque completamente. Luego, con cuidado, aplica el esmalte de color en la punta de las uñas. Puedes utilizar cintas adhesivas para lograr una línea perfecta y pulcra.
Para finalizar, aplica una capa de esmalte transparente para sellar el color y otorgar brillo a tus uñas. Este truco te permite reinventar la manicura francesa y personalizarla según tu estilo único. Experimenta con diferentes tonos hasta encontrar el que mejor se adapte a ti.