IDEAS DESDE SUIZA

Ducharse juntos: la nueva propuesta "ecológica" para ahorrar agua este invierno

La ministra de Medio Ambiente de Suiza está promoviendo medidas para reducir el consumo de energía en un 15% este invierno. La que más ha llamado la atención ha sido la de compartir ducha para ahorrar agua.

En las redes sociales lo han bautizado como "codouching".
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Como consecuencia del conflicto de la guerra de Ucrania, el estilo de vida en Europa debe modificarse con respecto a los gastos en electricidad y gas.

En el caso de Suiza, la ministra de Medio Ambiente, Simonetta Sommaruga, está promoviendo medidas para reducir el consumo de energía en un 15% este invierno, y para ello ha aconsejado a sus ciudadanos a que se duchen juntos. "Apagar el ordenador cuando no sea necesario, apagar las luces o ducharse juntos" son algunas de las medidas que ha sugerido la ministra.

Sommaruga afirmó que su propuesta había tenido buena acogida en términos generales y creó mayor conciencia sobre la necesidad de ahorrar en el consumo durante los duros meses de invierno que se aproximan.

Aunque también ha tenido que puntualizar que la ducha compartida no es apta para todos los públicos y que es una acción más dirigida a las personas jóvenes.

Simonetta Sommaruga, ministra de Medio Ambiente de Suiza / GETTY IMAGES

Propuesta que no encanta

No obstante, ya le han salido opositores a su idea. La editora de la revista "Femina", Geraldine Savary, ha acusado a la ministra de tratar de "administrar nuestras vidas privadas, hasta en los detalles más triviales".

La prensa del país ironizó sobre la propuesta y un diario escribió que los suizos "deberían hacer el amor cada mañana para calentarse después de haber apagado la calefacción durante la noche, ducharse rápidamente con sus parejas y después ir a trabajar del brazo, dejando el auto, la moto, o la bici eléctrica en el garaje".

A pesar de que Suiza es uno de los países más ricos de Europa monetariamente hablando, la amenaza a un corte del suministro del gas ruso es un hecho. Aunque el país no lo compra directamente a Rusia, sí que lo adquiere a través de otros países europeos, como en el caso de Alemania, quienes son abastecidos directamente por el país de Putin.