Halloween es el momento perfecto para recordar a las brujas de Salem, por lo menos eso es lo que cree mucha gente y es que la realidad es que este fragmento de la historia de la humanidad no debería de olvidarse nunca; se trata de una tragedia que terminó con la vida de decenas de mujeres de una forma tan sádica que te helará la sangre. 

Esta es una historia que a lo largo de los años se repite; tal vez no son las mismas víctimas, el mismo castigo o incluso la misma persecución; sin embargo, son las mujeres el foco central de las agresiones. Por allá de los 1692 a 1693 comenzó una caza contra toda aquella mujer que fuera señalada de brujería. 

Los juicios y las represalias que se vivieron en Salem, uno de los lugares más manchados con la tragedia en la historia del mundo, pasaron de representar un genocidio a crear un imaginario colectivo lleno de magia en el que dulcifican los ataques contra cientos de mujeres a quienes castigaron por sospechas de brujería. 

Estos juicios por brujería tenían el objetivo de procesar y castigar delitos de brujería en diferentes condados de Massachusetts, Estados Unidos. Todo comenzó el 29 de febrero de 1692, cuando el pueblo de Salem atrapó a tres mujeres a quienes acusaron de hechicería; se trataba de Tituba (esclava en la casa del Reverendo Samuel Parris), Sarah Good (indigente y embarazada al momento de su arresto) y Sarah Osburne (terrateniente que se ganó el odio de sus vecinos). 

Tras estas primeras acusaciones comenzaron los señalamientos masivos que según narra la historia real eran vecinos que utilizaron el pretexto de la brujería para vengarse o solucionar rencillas personales. Para el cierre del año 1693, alrededor de 150 personas fueron detenidas y encarceladas. 

¿Realmente eran brujas? 

El fenómeno de la caza de brujas comenzó en América pero recorrió Europa entre los siglos XV y XVII, fue terroríficamente frecuente; en aquella época fueron ejecutadas miles de personas (principalmente mujeres) acusadas de actos de magia pero que en realidad elaboraban brebajes con intenciones medicinales. 

Hay que señalar que en el caso de Europa, más específica en Inglaterra y sus colonias, la brujería se juzgaba en tribunales como cualquier otro crimen capital, el castigo para todas aquellas acusadas y culpadas por la brujería eran castigadas a una de las muertes más fuerte, la horca.  

Las 'brujas' abrían las puertas del aborto 

Hay que señalar que según la investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Autónoma de México, Blazquez Graf de la UNAM (una de las escuelas más importantes en América Latina), que las mujeres acusadas de brujería habitualmente tenían un oficio. 

"Solían ser cocineras, perfumistas, curanderas, consejeras, campesinas, parteras o nanas, y realizaban sus actividades a través del desarrollo de conocimientos que les eran propios", cuenta a través de su libro. 

La experta asegura que las mujeres acusadas de brujería sabían distinguir las plantas, conocían métodos para destilar remedios curativos o eliminar venenos, suministraban anticonceptivos y practicar abortos. 

"No son casuales las frecuentes representaciones de las brujas donde aparecen junto a un caldero, pues la mayor parte de los ingredientes de la hechicería, igual que las comidas, se cocinaban en ese tipo de recipientes", describe Blazquez.

¿En verdad quemaron a las brujas? La torturas de la época 

Entre la creencia común se sabe que las brujas fueron quemadas, pero la realidad en algunos casos era muy diferente y es que hay que recordar que en la religión el fuego purifica y el pueblo no quería una reivindicación de estas mujeres lo que pedían a gritos era castigo para sus "actos impuros". 

 "La hoguera no fue método de ejecución para las brujas condenadas en Salem o cualquiera de las otras colonias", explica Emerson Baker, profesora de historia en la Universidad Estatal de Salem, en 'Live Science'.

Según explica la propia historia, en Inglaterra y sus colonias la brujería se juzgaba en tribunales como cualquier otro crimen capital, y el castigo para estos era la horca. Mientras tanto, los casos de brujería tendían a ser juzgados por tribunales eclesiásticos, y por tanto se trataban como herejías. ¿Cuál era el castigo por hereje? Sí, exactamente se trataba de la hoguera que se consideraba como una forma de purificar el alma. En los juicios eclesiásticos la hoguera se consideraba algo así como una forma de purificar el alma.

Además de los castigos también hicieron cruentas pruebas: la del agua (descendían a la víctima atada a un pozo y si se hundía resultaba inocente), la de la aguja (si se encontraba una 'marca del Demonio' se pinchaba con un hierro, si la zona sangraba se consideraba buena señal), la de las lágrimas (se creía que las personas que ejercían la brujería no podían llorar) o la del peso (tenía que flotar o volar, pues se afirmaba que los brujos no pesaban más de cinco kilos).

Por eso, la próxima vez que quieras disfrazarte de bruja o brujo recuerda que lo que se vivió hace cientos de años fue un genocidio que no estaría conectado con nada del mundo paranormal.