Es bien sabido que el consumo excesivo de alcohol puede ser muy perjudicial para la salud, inclusive la famosa frase de que el “el alcohol mata neuronas” cada vez que te emborrachas, la realidad es que esto último es un mito, pero lo que sí es real es que estas bebidas si dañan al cerebro y en ocasiones de formas permanentes. Ahora ve lo vamos a explicar.  

Estudios recientes dejan claro que el alcohol hace mucho daño al cerebro sin la necesidad de tener que emborracharse, es decir, que con una cerveza o un trago de tu elección puedes estar afectando para toda la vida a uno de los órganos más importantes del ser humano. Esa cerveza después de trabajar también puede convertirse en un efecto contraproducente para las neuronas. Esto son pésimas noticias para países como España.  

Según la encuesta European health interview Survey, en España, el 13% de los españoles mayores de 15 años toman un trago con alcohol todos los días. Dentro de las estadísticas se confirmó que menos del 10% se emborrachan habitualmente, dejando claro que son tomadores habituales, pero no se pierden.   

¿Qué efecto tiene sobre el cerebro? 

La bebida está compuesta por una molécula (etanol), la cual tiene propiedades bastante específicas, ya que es soluble en agua y grasas, es decir, conductos bastante fáciles de conseguir dentro del cuerpo humano. Por un lado, la sangre es un conducto acuoso, mientras que las células están compuestas por grasa. Con esto queremos explicar que el alcohol puede llegar a cualquier parte del cuerpo debido a la facilidad de movimiento por estos dos conductos. Dentro de los límites que puede romper se encuentra la barrera hematoencefálica, es decir, puede introducirse en el cerebro.  

Si bien es cierto que el hígado es el encargado de procesar el 90% del alcohol, la realidad es que también puede causar algunos daños dentro del cuerpo si no logra trabajar en su totalidad las sustancias consumidas afectando no solo al hígado, sino también a otras partes del cuerpo como el cerebro e inclusive al mismo ADN.  

En cuanto a los efectos que ocasiona en el cerebro se encuentra el de quitar el control inhibitorio, es decir, que la gente empieza a hablar más, se traba la lengua, se pierde la coordinación, los modales, hace que la gente sea más impulsiva o incluso agresivos; todo esto cuando ya se toma esa copita de más.  

La gente podría pensar que esto termina cuando se deja de consumir ese tipo de bebidas, es decir, para el día siguiente ya se está bien. Pero el estudio Impact of Alcohol Use on Inhibitory Control (and Vice Versa) During Adolescence and Young Adulthood: A Review. I, confirmó que en realidad todos aquellos que consumen habitualmente este tipo de bebidas pueden tener este tipo de efectos de forma permanente, es decir, se convierten en personas más impulsivas y empiezan a perder el control incluso cuando no han bebido.  

¿Los efectos son reversibles? 

Dentro de todos estos puntos negativos, se encuentra uno positivo, ya que para todos aquellos que decidan tener un periodo de abstinencia podrían recuperar su estado habitual que vaya entre los dos y los seis meses para que el cuerpo trabaje con normalidad y los circuitos se vuelvan a conectar como estaban anteriormente. En caso de sufrir de alcoholismo puede ser más tardado o incluso imposible de recuperar en su totalidad.

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