PELIGRO EN CASA

Los gatos domésticos podrían causar una extinción masiva de especies en el mundo

Una de las mascotas más populares del mundo podría generar problemas inimaginables, y es que los gatos ya han acabado con un alto número de especies amenazadas, a la par de producir enfermedades peligrosas para las personas.

Créditos: Pixabay
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Los gatos son parte del hogar de millones de familias alrededor del mundo, ya que ofrecen una peculiar combinación entre compañía y diversión, debido a su carácter juguetón e inquieto. Sin embargo, expertos señalan que los gatos domésticos se están convirtiendo en una amenaza para especies amenazadas de aves, mamíferos y reptiles.

Se cree que la domesticación del gato tuvo lugar en Egipto durante el tercer milenio antes de Cristo cuando se unió a las poblaciones que los acogieron por sus enormes beneficios. Al cazar pequeños roedores, los gatos protegían los silos donde los egipcios guardaban su cosecha de trigo, recurso vital para este pueblo de agricultores.

Al cazar ratas, el gato también eliminaba un vector de enfermedades graves (como la peste). Además, al cazar serpientes, hacía más seguros los alrededores de los hogares próximos a donde establece su territorio.

Es por estas razones que los egipcios llegaron a considerar como sagrado al gato y a darle un lugar privilegiado en el hogar, adorándolo casi como a sus dioses.

Los gatos se integraron a la sociedad egipcia.

Esta etapa parece estar cada día en el extremo contrario luego de que la incorporación de este animal a la vida doméstica parece estar amenazando con la extinción a cerca de 430 especies de vertebrados.

Los gatos son un peligro para otras especies en España y el mundo

Se estima que los gatos amenazan seriamente con terminar con el 14% de las extinciones modernas de aves, mamíferos y reptiles, además de constituir la principal amenaza para casi el 8% de las especies consideradas en peligro crítico, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).

En las Islas Canarias, por ejemplo, los gatos amenazan la persistencia de los últimos lagartos gigantes de Tenerife, La Gomera y El Hierro, la lisneja de Fuerteventura, la musaraña canaria y el pinzón azul de Gran Canaria, entre otros. En Estados Unidos, se estima que los gatos matan anualmente entre 1.000 y 3.000 millones de aves y entre 6.300 y 22.300 millones de pequeños mamíferos.

Aunque la mayor parte de estas cifras está asociada a gatos salvajes, los gatos domesticados también causan una parte sustancial de estos efectos cuando sus dueños los sacan de paseo a zonas verdes.

Enfermedades trasmitidas al ser humano

Además del impacto como depredadores, los gatos también actúan como vectores y reservorios de enfermedades que pueden poner en peligro la vida silvestre y afectar a la salud pública, como la toxoplasmosis.

Solo hay peligro si se entra en contacto con las heces de un gato enfermo.

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria que afecta a algunas especies de gatos silvestres, ya que son los únicos reservorios del parásito. El gato adquiere la enfermedad cuando se alimenta de alguna presa infectada, luego el animal enfermo excreta los quistes en las heces y el ser humano u otros gatos se infectan por el contacto oral con ellas, ya sea por contacto con el sustrato contaminado con heces, como por inhalar el polvo del arenero o por los quistes que el gato portador puede transportar en su pelo o el hocico tras acicalarse.

Es una zoonosis peligrosa para el ser humano ya que si una mujer la adquiere durante un embarazo puede causar malformaciones en el feto y lesiones en su tejido nervioso que comprometerán su desarrollo posterior. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de toxoplasmosis en mujeres embarazadas es la ingesta de carne cruda o poco cocida, seguida del consumo de verduras sin lavar y el contacto con excrementos de gatos infectados.

Además, los gatos domésticos han sido responsables de brotes de leucemia felina que amenazaron a dos de los félidos más amenazados del mundo, el lince ibérico (Lynx pardinus) y el puma de Florida (Puma concolor coryi).

Problema global, solución global

La deficiente gestión de colonias de gatos callejeros en muchos países ha desembocado en una sobrepoblación de estos animales que viven sin un techo y sin ningún tipo de cuidados. La única medida que toman algunas administraciones nacionales consiste en la captura y esterilización de estos animales callejeros. 

Sin embargo, para ser efectivo, este método de control requiere la esterilización de una gran proporción de la colonia (entre el 71% y el 94%) durante varios años, lo que supone una cantidad de recursos difícilmente asumible.

Los gatos callejeros se reproducen rápidamente.

En España, el Consejo de ministros aprobó el pasado 1 de agosto el Proyecto de 'Ley de protección, derechos y bienestar de los animales', promovido por la Dirección General de Derechos de los Animales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Este proyecto -de ser aprobado- prohíbirá el sacrificio de animales de compañía, a no ser que sea por razones sanitarias o eutanásicas. Además, trata de luchar contra el abandono animal, entre otras medidas.

Desde el ámbito científico han manifestado su preocupación por las consecuencias y perjuicios que la aplicación de algunos aspectos de la propuesta de ley tendría para la conservación de la biodiversidad. En concreto, se alerta de los peligros que el mantenimiento de las colonias felinas supone para otros organismos (incluido el hombre) y en el que se sugieren unas actuaciones concretas mínimas para su solución a corto y medio plazo.

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