A medida que el número de fallecidos en la Franja de Gaza se acerca a los 30,000, sin incluir a los miles aún desaparecidos palestinos bajo los escombros, la mayoría de los israelíes parece desentenderse de la tragedia: los medios de comunicación no la transmiten y la ciudadanía prefiere permanecer en la ignorancia.

En Tel Aviv, una ciudad conocida por su carácter cosmopolita, se vive un ambiente festivo debido a las elecciones municipales, con las calles, restaurantes y parques llenos de gente. Sin embargo, en la céntrica plaza HaBima, solo un pequeño grupo de unos treinta activistas protesta contra la guerra y sus víctimas, en marcado contraste con los miles de israelíes que se movilizan cada sábado en demanda de un cese al fuego, centrando su atención principalmente en el bienestar de los poco más de cien rehenes aún vivos en la Franja, y no en la población de Gaza.

Los israelíes "no creen que sea real"

"Los israelíes se muestran sorprendidos, no creen que sea real", comenta Maya Yavin, refiriéndose a las fotografías recién colgadas entre dos árboles que retratan a palestinos fallecidos en hospitales, enterrados en fosas comunes o lamentando la pérdida de sus familiares.

Yavin también ha compartido testimonios de palestinos en Rafah en voz alta, captando la atención de un grupo adicional de israelíes, quienes se han acercado para declarar las imágenes como falsificaciones y etiquetar a los manifestantes de traidores. "Para ellos, todos los gazatíes son parte de Hamás; no ven estas fotos ni están al tanto de cuántos niños han fallecido", señala a Efe Michal Sapir, atribuyendo esta falta de conocimiento a la autocensura de los medios y a la propaganda, lo que, en su opinión, resulta en una ignorancia intencionada entre la ciudadanía.

Respuesta violenta e ignorancia

Apenas una hora después de que comenzara la manifestación, un grupo de adolescentes israelíes procedieron a destruir todas las fotografías expuestas, ante la mirada indiferente de la policía que no intervino para detenerlos. "Nuestros compañeros arriesgaron sus vidas para capturar esas imágenes", susurra una fotógrafa de prensa presente.

Un transeúnte, con un gesto de desdén, rompió con sus pies uno de los carteles que yacían en el suelo. Una mujer, montada en su bicicleta eléctrica, reprendió a los presentes, cuestionando cómo osaban hablar de genocidio, mientras los adolescentes lanzaban insultos tanto a periodistas como a manifestantes.

"Para la mayoría, esto es una masacre justificada", confiesa a Efe una manifestante que prefiere mantenerse en el anonimato. "Una masacre más de veinte veces mayor", lamenta otra joven de 18 años, quien declara que se resistirá a cumplir con el servicio militar obligatorio, decisión que la llevará a enfrentar encarcelamiento temporal.

Hasta la fecha, en Gaza se han registrado aproximadamente 29,900 muertes, la mayoría de las cuales corresponden a mujeres y niños, y cerca de 70,200 personas han sufrido heridas, de acuerdo con la información más reciente proporcionada por el Ministerio de Salud de Gaza. Este organismo, al igual que el resto de la Franja, se encuentra bajo el control de Hamás, el grupo islamista responsable del ataque contra Israel el 7 de octubre, que resultó en la muerte de alrededor de 1,200 personas y el secuestro de otras 230, evento que desencadenó el actual conflicto bélico en Gaza.