Un grupo armado ha intentado secuestrar hasta en tres ocasiones en menos de 48 horas a Aya, una bebé nacida bajo los escombros de un edificio derruido en la ciudad siria de Jindris tras los terremotos que sacudieron la frontera turco-siria la semana pasada, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La recién nacida, que se encuentra ingresada en un hospital de la localidad de Afrin, ha sufrido tres intentos de secuestro por parte de la División Sultán Murad, una facción rebelde siria que recibe respaldo de Turquía y que está acusada del uso de niños soldado en el marco del conflicto en el país árabe.
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Según los equipos de rescate, la madre de Aya murió bajo los escombros poco después de dar a luz. Del mismo modo, su padre y sus cuatro hermanos también murieron en la catástrofe. La familia vivía en una ciudad cercana a la frontera turca que resultó gravemente afectada por los terremotos del lunes pasado. La pequeña sobrevivió a los seísmos y fue rescatada cuando seguía unida a su madre a través del cordón umbilical.
Tras su rescate, varias organizaciones han realizado llamadas y ofertas multimillonarias para adoptarla, un ímpetu que habría llevado a algunas facciones a irrumpir en el hospital, tratando de secuestrar a la niña, según ha denunciado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Asimismo, oficiales del Gobierno sirio de Bashar al Assad se habrían presentado en nombre de unos comerciantes de Damasco para adoptarla, asegurando que pertenecían a una organización benéfica. Más tarde, como pudieron verificar los médicos del hospital, la asociación estaba a nombre de Asmaa al Assad, la esposa del presidente sirio.
El director del hospital se encarga de proteger a Aya
Para salvaguardar su integridad de la pequeña Aya, de momento se ha hecho cargo de ella el director de la clínica donde estaba ingresada, el Dr. Ahmad Hajj Hassan, en su casa familiar.
El Dr. Attiah contó a la BBC que desde el día que llegó al hospital no deja de recibir llamadas preguntando por la adopción de la recién nacida. Algo que el doctor ha dejado claro que no sucederá, pues cuando salga del hospital se quedará al cargo de su tío abuelo, Salah al-Badran.
En cuanto a los intentos de secuestro, el director médico calificó los hechos de un "malentendido", contradiciendo así todas las informaciones que circularon al respecto.
Por el momento, la pequeña Aya está siendo atendida por el gerente del hospital, Khalid Attiah, y su esposa, quienes cuidan al bebé huérfano junto con su propia hija de cuatro meses.