Con un 56 por ciento de los votos, el economista Javier Milei logró alzarse con la victoria en las elecciones de Argentina, dando un gran golpe de efecto, ya que la realidad es que las apuestas no estaban del todo con él, y aun así logró vencer a Massa, el otro candidato a presidir, en su caso de nuevo, Argentina.

La política de este economista y docente, ahora presidente, es bastante hostil con lo que el denomina "los zurdos", haciendo alusión a la izquierda del país latinoamericano. Y durante su campaña, tuvo muchas propuestas que pudieron ser catalogadas de locura, y algunas otras, muy polémicas, hoy hablamos de 3 de ellas que están causando horror y furor por partes iguales en Argentina.

3 grandes polémicas de Javier Milei

La posesión de armas

En Argentina, al igual que en España, a día de hoy es ilegal portar armas salvo que poseas una licencia. Pero Javier Milei, pese a que se muestra contrario a las armas, considera que cada ciudadano debe de tener derecho a elegir esto, más aún teniendo en cuenta el momento por el que pasa Argentina en cuanto a la seguridad. Es por ello que Milei propondrá el derecho a portar armas, al igual que sucede en Estados Unidos.

Las críticas al Papa Francisco, también argentino

Todo apunta a que el Papa sería más cercano a las políticas izquierdistas de Argentina, y Javier Milei, durante un programa, no dudó en decir que era "El representante del maligno en la tierra", algo que a varios sectores, incluso conservadores, cercanos a la iglesia, no llevaron demasiado bien, porque también lo tildó de comunista e imbécil, algo que no sentó nada bien en el vaticano.

El derecho a que la gente venda su órganos de forma legal

Milei hablaba sobre el derecho de cada individuo de hacer lo que quiera con su cuerpo, incluso el de vender sus propios órganos, algo que por supuesto, escandalizó al resto de tertulianos, que entendieron que el ahora presidente estaba completamente a favor de la venta de órganos, algo que está prohibido en todo el mundo.

Este es Javier Milei, para bien o para mal, ahora toca medir lo que haga como presidente y para eso no habrá nadie mejor que los argentinos.