Los dos países más grandes territorialmente de Sudamérica: Brasil y Argentina, trabajan para iniciar las conversaciones acerca de la creación de una moneda homogénea para toda la región que, si prospera, podría llamarse 'Sur' y llegar a tener alcance regional.

El pasado domingo, Alberto Fernández y Lula Da Silva, presidentes de Argentina y Brasil respectivamente, hicieron pública su intención sobre este cambio en la política económica, que se podría extender al resto de países sudamericanos.

“Comienza una nueva historia”, dijo Lula en una rueda de prensa conjunta con Fernández donde ambos mandatarios intercambiaron abrazos y elogios que muestran la buena sintonía entre ambos líderes de izquierda.

En un documento de 16 páginas, los mandatarios han desglosado la ambiciosa alianza estratégica que pretenden llevar adelante.

Incluye la reducción de obstáculos comerciales y propuestas para la integración energética como el impulso de proyectos binacionales y la creación de un mercado sudamericano de energía; e iniciativas en materia científica, técnica, educativa y cultural.

Esta moneda podría reducir "costos operativos"

Fernández confirmó que las conversaciones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y reduciendo nuestra vulnerabilidad externa, se encuentran avanzadas.

"Tenemos la intención de superar las barreras a nuestros intercambios, simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales", agregó.

"El primer paso de un largo camino para América Latina"

El ministro argentino de Economía, Sergio Massa, también declaró sobre el acercamiento de las naciones:

"Es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer"

Aunque deja claro que no quiere "crear falsas expectativas" a lo que, de momento, es solo una idea.

Durante el anterior mandato argentino, el de Mauricio Macri entre 2015 y 2019, se trabajó en una carta de intención para estudiar la posibilidad, pero el banco brasileño puso freno debido a la inflación en Argentina.

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