La llegada del invierno siempre afecta a unos países más que a otros, especialmente aquellos ubicados más cerca del circulo polar ártico son los que más sufren los efectos de la estación del año. Sin embargo, a veces existen excepciones a la regla.

Este ha sido el caso de Bélgica que aun no ha podido ver el sol desde que comenzó el 2023. En concreto, la capital del país, Bruselas, solo ha podido disfrutar de la luz del sol durante 28 horas y 4 minutos en lo que va de enero.

De acuerdo con la información concedida por el Servicio de Meteorología, en Bruselas ha perdurado el tiempo nublado y lluvioso. Según las estimaciones, nada cambiará para los belgas ya que el cielo de la capital estará nublado durante el resto de enero.

Los expertos proponen varias sugerencias contra los problemas mentales originados por el clima nublado, como el trastorno afectivo estacional (TAE). Entre ellas, surge la práctica de deporte, madrugar para mantener el ritmo biológico y dedicarse a aficiones que se disfrutan fuera del trabajo.

El trastorno afectivo estacional es una depresión que sigue un patrón estacional, es decir, que ocurre solo en un período específico del año. En el trastorno afectivo estacional, el paciente presenta síntomas de depresión en otoño y/o invierno, cuando los días son más cortos y las horas de luz solar se reducen.

¿Cuáles son las causas del trastorno afectivo estacional?

La depresión estacional aparece debido a la respuesta del cerebro a la disminución de las horas de luz solar, ya que esta afecta a dos sustancias químicas cerebrales: la melatonina y la serotonina. Estas sustancias ayudan a regular los ciclos de sueño-vigilia, la energía y el estado de ánimo. 

La melatonina está relacionada con el sueño porque el cuerpo fabrica más melatonina cuando hay oscuridad. Este aumento de la cantidad de melatonina hace que una persona se sienta más somnolienta y con menos energía.

Por su parte, la serotonina está relacionada con el estado de ánimo y la energía: nuestro cerebro fabrica más serotonina cuando nos exponemos a la luz solar. El aumento de las concentraciones de serotonina favorece los sentimientos de felicidad y de bienestar, por lo que el descenso de las concentraciones de serotonina conduce a la depresión. 

De esta forma, los días más cortos y el aumento de las horas de oscuridad en otoño e invierno pueden causar un incremento de la cantidad de melatonina y un descenso de la cantidad de serotonina que fabrica el cerebro. Esto crea unas condiciones biológicas perfectas para la depresión. 

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