La International Agency for Research on Cancer (IARC, por sus siglas en inglés), una rama de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un listado de aquellos fármacos que tienen un componente químico que puede producir cáncer, según las pruebas experimentales que se han realizado recientemente en humanos y animales.
Esto quiere decir que es solo la sustancia química que poseen la que provoca la enfermedad, no el medicamento en sí. Por lo tanto, la posibilidad o riesgo de que cause la enfermedad en un ser humano es mucho más remota. Así, su uso hace que se cumpla el requisito de que el beneficio sea mayor que el riesgo de su uso.
En el listado aparecen medicamentos que van desde tratamientos contra la diabetes, epilepsia, hipertensión e incluso antibióticos y los propios tratamientos contra el cáncer.
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A continuación, detallamos los componentes que tienen algunos medicamentos y que son los señalados:
Agentes físicos usados en terapia
El PUVA, que combina el psoraleno con la radiación ultravioleta A (UVA), está recomendado para tratar la psoriasis y otras enfermedades de la piel. Otro de los incluidos en esta lista es el iodo radiactivo o I-131, muy útil en el tratamiento del cáncer de la tiroides, así como los rayos X.
Anticonceptivos y hormonas
Las terapias de reemplazo hormonal también guardan relación con el cáncer de mama, sobre todo en los casos en los que se recetan durante la menopausia. Del mismo modo, el tamoxifeno, un medicamento usado para evitar que este tipo de cáncer vuelva a aparecer, puede provocar en raras ocasiones cáncer de endometrio o membrana que recubre el interior del útero.
Otros medicamentos de este tipo son el dietiletilbestrol, los anticonceptivos orales, que, sin embargo, protegen a la mujer del cáncer de ovarios, los esteroides anabólicos androgénicos, progesterona, y el propiltiouracilo y las tioureas, usadas en enfermedades de la glándula tiroides.
Antihipertensivos
La reserpina está también en la lista del IARC ya que se la vincula con el cáncer de mama, aunque algunos investigadores no están seguros de esto.
Antibióticos
En algunos estudios en animales, el lindane, muy usado para acabar con los piojos, el cloramfenicol y el metronidazole han desvelado que pueden causar cáncer. Es cierto que ese riesgo es muy pequeño pero, en caso de necesitar usarlos, es importante hacerlo bajo indicación médica precisa.
Inmunosupresores
La función de estos medicamentos, que son muy potentes, es frenar el sistema inmunológico o de defensa de la persona y evitar, por ejemplo, que rechace un órgano trasplantado. Otra opción es para controlar una enfermedad autoinmune como el lupus. Dos medicamentos que está en esta lista son el azatioprine y la ciclosporina.
Antidiabéticos
Aunque el medicamento pioglitazone (Actos) está en la lista del IARC y la propia Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha advertido sobre él por causar cáncer de vejiga, recientes estudios dudan de que la medicina pueda causar esta enfermedad. No obstante, al igual que con el resto, solo el médico es la persona autorizada para decidir si al paciente le conviene o no.
Antiepilépticos
La fenitoína es un medicamento antiguo pero muy útil contra la epilepsia. Los estudios lo relacionan con la linfoma de Hodgkin o cáncer de ganglios linfáticos.
Medicamentos contra el cáncer
Este grupo de fármacos es muy amplio pero la hipótesis es que el mismo efecto que tienen, es decir, atacar el ADN de la célula cancerosa para destruirlo, podría provocar cambios en las células sanas y provocar cáncer. La lista incluye medicamentos de uso muy común en el tratamiento de esta enfermedad, como el busulfán, clorambucil, ciclofosfamida, etopósido, la combinación de etopósido con cisplatino y bleomicina.
Otros medicamentos incluidos en este listado son melfalán, semustine, tiotepa, adriamicina o doxorubicina, carmustine o BCNU, cisplatino, dacarbazina, nitrosourea, mostaza nitrogenada y procarbazina. Es importante añadir que todos estos medicamentos son muy capaces de curar el cáncer y solo en raras ocasiones acaban provocando otro tumor en los pacientes en el futuro.
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