La ola de calor que azotó España en los últimos días fue una de las más fuertes registradas en el país, según datos provisionales, y provocó numerosos incendios en el norte del país.
Esta ola de calor que duró del 9 al 18 de julio pasado fue "la de mayor anomalía" de temperatura registrada en el país desde el inicio de la serie histórica en 1975, según explicó Beatriz Hervella, portavoz de AEMET.
Considerada una especie de indicador de la potencia del episodio de canícula, la anomalía es la diferencia entre la temperatura que marca el inicio de la ola de calor y la máxima registrada durante el episodio. Durante esta última ola, el valor fue de 4,2 grados, la mayor cifra histórica.
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"Estamos hablando como mínimo de la tercera (ola de calor) en extensión y duración, y aún podría aumentar esa cifra", agregó Hervella.
Con estos datos, esta ola quedaría solo por detrás en duración de la registrada en julio de 2015, que se extendió 26 días, y de la de agosto de 2003, que se alargó 16.
El peligro de los incendios
El intenso calor de los últimos días favoreció el desarrollo de numerosos incendios, como el registrado en la provincia de Zamora, donde en julio falleció un bombero que luchaba contra las llamas.
Con la situación más controlada ahora en esta zona arrasada dos veces por el fuego en el último mes, la preocupación se ha trasladado a otros puntos como Calatayud, en la provincia de Zaragoza, donde las llamas han consumido una gran cantidad de hectáreas.
Miles de personas ya han sido desalojadas de sus casas y otras carreteras permanecen cortadas.