La historia detrás de la curiosa prohibición de Coca Cola en las películas de Clint Eastwood se remonta a los años 80. Durante aquel tiempo, Clint Eastwood ya había establecido una carrera cinematográfica impresionante, llena de icónicas películas. Sin embargo, fue durante el proceso de casting de "Karate Kid", la película estadounidense dirigida por John G. Avildsen en 1984, que se originó esta particular prohibición.
Uno de los papeles más codiciados en "Karate Kid" era el de Daniel LaRusso, y entre los aspirantes que buscaban conseguirlo estaba Kyle Eastwood, el hijo de Clint Eastwood. Aunque la decisión final recayó en el actor Ralph Macchio, el hecho de que su hijo no fuera seleccionado para el papel aparentemente no cayó bien en Clint Eastwood.
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Lo que hizo que esta situación fuera aún más impactante es que en aquel entonces, Coca Cola era la dueña de Columbia Pictures, el estudio de distribución de "Karate Kid". Y como respuesta a la decisión de no elegir a su hijo para el papel, Clint Eastwood tomó una sorprendente medida: prohibir todos los productos de Coca Cola en los sets de rodaje de sus películas.
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Aunque solo unos años antes, Clint Eastwood había incluido botellas de Coca Cola en una escena de su película "Bronco Billy", su enfado por la decisión en torno al papel de su hijo en "Karate Kid" fue lo que llevó a esta inusual prohibición. A día de hoy, esta restricción contra los productos de la marca Coca Cola sigue en vigor en las producciones de Clint Eastwood.
Esta anécdota revela un aspecto intrigante de la industria del cine y cómo las relaciones y decisiones personales pueden tener un impacto inesperado en las películas y su producción. La historia de la venganza de Clint Eastwood contra la marca Coca Cola es un recordatorio de que incluso los detalles en apariencia menores pueden tener repercusiones duraderas en el mundo del entretenimiento.