Durante la pasada Nochebuena detuvieron en Puertollano (Ciudad Real) a José María "Chema" Laguna, protagonista del último episodio de 'Pesadilla en la cocina' por un supuesto delito de violencia de género contra su expareja.

Según informa Lanza, el propietario de los restaurantes ‘Leña y Carbón’ y ‘El Calamar’ entró a la fuerza en la casa de su exmujer e intentó agredirla. Al irrumpir en el domicilio, la víctima se encerró en el baño, llamó a la policía y le detuvieron a las 21:00. Laguna fue conducido a comisaría, donde pasó la Nochebuena.

Chema ha negado todas las acusaciones, alegando que solo intentaba contactar con sus hijos. Incluso añade que no usó las llaves de la vivienda sino que dio tres golpes en la puerta, hubo entonces una fuerte discusión y, asegura, llegaron cuatro agentes de la Policía Nacional que actuaron, a su juicio, de forma excesiva y le trataron "de forma violenta.

El día después de su detención, pasó a disposición judicial y se le impuso una orden de alejamiento sobre su exmujer, así como la imposición de no poder ver a sus hijos durante 30 días.

Por su parte, el hombre ha explicado que antes de ir al domicilio de su exmujer había acudido a la Comisaría de Puertollano para denunciar que le estaba impidiendo hablar con los niños desde hacía tres días. "Un agente la llamó por teléfono y le dijo que ni me los iba a llevar ni iba a hablar con ellos", añade.

Chema, tras los gritos contra Alberto Chicote, denuncia fraude

El hostelero fue protagonista de la última entrega de 'Pesadilla en la Cocina', donde Alberto Chicote le sacó los colores a consecuencia de los sendos problemas que se encontró en los interiores de su negocio. Días más tarde, Chema aprovechó la emisión del espacio .en el que llegó a mandar “a tomar por culo” al cocinero- para desahogarse en redes sociales y cargar duramente contra el reality, denunciando que todo estaba controlado por la cadena televisiva donde se emite.

Además, en una entrevista a El HuffPost, el hombre se quejó de que el programa se centró en cambiar el mobiliario y el menú de 'El Calamar', el otro restaurante que tenía y que ahora se encuentra cerrado, y que únicamente permanece abierto el 'Leña y carbón', y con los mismos clientes de siempre.

“Con Chicote fue muy mal no, lo siguiente. Ellos te lo pintan de tal forma como que es beneficioso para el negocio, te lo pintan tan bonito que aceptas. Te dicen que va a ser natural para que pienses que es como cualquier otro día, pero no es así”, explicó.

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