¡UN SUPLICIO!

Desde el Mago de Oz a Chewbacca: 5 disfraces que complicaron la vida de sus actores

La industria del cine no es tan mágica como se cree ya que, para algunos casos, la interpretación requiere de un esfuerzo extra y mucha paciencia.

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¿Qué sería de las películas sin los efectos prácticos de maquillaje y los disfraces para encarnar correctamente a un personaje? Lo que para muchos podría representar un sueño hecho realidad, en la práctica para los actores que tuvieron que exponerse a horas de preparación para el personaje no resultó para nada agradable.

En las películas de ciencia ficción y fantasía, el uso de trajes especiales es indispensable para hacer más creíble al personaje. De esta forma, el actor tiene que soportar largas sesiones de maquillaje antes de quedar 100% disponible para comenzar a rodar sus escenas. Lo que nadie sabe es que la labor de actuar correctamente cuando el disfraz es muy grande o pesado representa un doble desafío actoral.

Basta si no con pensar en el traje de Darth Vader, del Grinch, o bien, el del incomodísimo Eduardo Manostijeras donde —en lugar de manos normales— Johnny Depp tuvo que aprender a lidiar en el plató ¡con tijeras!

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Te mostramos casos en los que algunos de los disfraces más famosos de la historia del cine fueron un verdadero tormento para los intérpretes que tuvieron que sufrirlos durante el rodaje. En Hollywood, no todo lo que reluce es oro.

Chewbacca

El disfraz de Chewie estaba hecho de pelo de yak y mohair y —el ya fallecido Peter Mayhew— tenía que tener mucho cuidado para evitar que se ensuciara o mojara. Sin embargo, los mismos escenarios donde rodaba hacía que esto fuese una misión imposible. Por ejemplo, en el helado planeta Hoth, la nieve se le quedaba pegada y al derretirse luego le daba todo el aspecto (y el olor) de un perro mojado.

 

El Grinch

El disfraz del monstruo que odia la Navidad era tan incómodo y hacía sentir a Jim Carrey tan claustrofóbico que un marine tuvo que hacerle de coach para evitar que le dieran ataques de pánico durante el rodaje. Además, el histriónico actor ha llegado a contar que las lentillas amarillas que tuvo que usar le hacían sentir “como si tuviera cuchillos clavados en los ojos”.

 

Eduardo Manostijeras

Johnny Depp no la pasó bien durante el rodaje de este clásico de 1990. Su compañera de reparto Diane West declaró que “en una secuencia en la que salía corriendo de casa, se desmayó. Yo pensaba ‘¿estará actuando? ¿Qué está haciendo?’. Nunca se quejó del traje, pero se desmayó porque le daba demasiado calor. Eso dice mucho de él”, declaró.

Y ni hablar de tener que coger todos los elementos con tijeras en lugar de manos. Depp verdaderamente se lució.

 

Las tortugas ninja

Interpretar a una tortuga adolescente mutante y ninja no es tarea fácil para nadie. Estos trajes creados por la factoría de Jim Henson eran, básicamente, instrumentos de tortura de 30 kilos cada uno en los que los actores no podían controlar los movimientos de la cabeza, que se hacían por control remoto. 

Además, el calor dentro era sofocante. Al principio les quitaban las cabezas para que los actores se refrescaran un poco, pero se tardaba tanto en volverlas a colocar, que dejaron de hacerlo. Quien interpretó a Donatello declaró que el rodaje fue como estar en la Guerra de Vietnam.

 

El hombre de hojalata

El clásico de 1939 El Mago de Oz es famoso por lo catastrófico que fue el rodaje para el reparto. El actor Buddy Ebsen, que empezó la película interpretando al Hombre de Hojalata, fue una de sus víctimas. Para hacerle parecer lo más realista posible, la MGM decidió cubrirle de pintura blanca mezclada con polvo de aluminio.

A los nueve días de empezar a rodar tuvo que ser hospitalizado por problemas de asfixia y calambres. Tuvo que estar dos semanas en el hospital y casi pierde un pulmón. Mientras se recuperaba, fue sustituido por Jack Haley.

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