Cada vez son más comunes los emprendimiento y en ese escenario la jubilación de la vida laboral trasciende la jubilación. Con esto surge el interés en la conciliación entre recibir una pensión de jubilación y ser el titular de un negocio. La legislación española aborda esta situación, estableciendo requisitos y limitaciones que buscan armonizar el derecho a la jubilación con la actividad empresarial.
La responsabilidad de ser titular de un negocio conlleva diversas tareas vinculadas a la gestión y dirección empresarial. No obstante, es factible compatibilizar la pensión de jubilación con la titularidad de un negocio, siempre que se aclaren de manera precisa las funciones inherentes de dicha titularidad, de acuerdo con las normativas mercantiles aplicables a la actividad empresarial.
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El empresario, ya sea individual o socio de una sociedad mercantil, tiene la libertad de desempeñar cualquier función necesaria para el logro de los objetivos del negocio. Sin embargo, es común que delegue responsabilidades en otros, ya sea por limitaciones personales o preferenciales. Según la normativa, para mantener la compatibilidad con la pensión de jubilación, el titular de un negocio no está obligado a desempeñar una actividad directa en el negocio; es suficiente con que la empresa actúe en su nombre, asignándole las relaciones jurídicas, derecho y obligaciones, así como los riesgos y beneficios derivados de la actividad empresarial.
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Estos son los requisitos para que un pensionado con jubilación sea titular de un negocio
No obstante, existen restricciones claras en las actividades que el titular de un negocio puede llevar a cabo sin afectar su pensión de jubilación en el régimen de trabajadores autónomos (RETA). Cualquier actividad que implique gestión, administración y dirección ordinaria de la empresa se considere incompatible con la percepción de la pensión de jubilación del RETA. Por ejemplo, acciones como la firma de contratos, acuerdos colectivos, representación de la empresa en juicios y otras situaciones externas, o la firma de avales, requerirían que el empresario se dé de alta nuevamente en el sistema de la Seguridad Social.
Esta delimitación de actividades busca preservar la esencia de la jubilación como un retiro de la vida laboral activa, permitiendo a los titulares de negocios mantener la titularidad de sus negocios sin desempeñar un papel activo en la gestión diaria. En otras palabras, un jubilado puede conservar su titularidad de administración y dirección sean delegadas a terceros.
La compatibilidad entre la percepción de una pensión de jubilación y la titularidad de un negocio resalta la importancia de comprender y respetar los límites establecidos por la legislación, garantizando así la preservación adecuada de los derechos al descenso y los beneficios económicos después de una vida de contribuciones laborales.