En el marco de la revisión de las leyes de pensiones en España, se ha llevado a cabo la segunda sesión de diálogo entre el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, junto con representantes sindicales y patronales. En esta ocasión, la ministra Elma Saiz ha propuesto una medida destacada: facilitar la posibilidad de jubilación anticipada a trabajadores de sectores caracterizados por altos niveles de enfermedad y accidentes laborales.
Esta propuesta ha ocupado un lugar central en la agenda de la reunión, generando un debate profundo entre los interlocutores sociales. El borrador inicial presentado a estos actores revela ciertas reservas tanto en relación con los criterios específicos usados para determinar el acceso a la jubilación anticipada como en cuanto a la fiabilidad de las estadísticas oficiales empleadas para respaldar esta medida.
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Es importante destacar que en España ya existe un marco legal que permite a ciertos grupos profesionales, como los policías locales, trabajadores del sector ferroviarios y bomberos que trabajan para entidades y organismos públicos, jubilarse antes de alcanzar los 66 años y seis meses. Ahora el debate gira en torno a la ampliación y modificación de los criterios que permitirían a más colectivos beneficiarse de la jubilación anticipada.
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Cuáles serían las consideraciones para acceder a la jubilación anticipada
Los funcionarios del Ministerio han sugerido considerar factores como la frecuencia, continuidad y duración de las bajas por enfermedad, así como los casos de incapacidad permanente o muerte, como criterio para ampliar el acceso a la jubilación anticipada. No obstante, esta propuesta inicial no ha logrado convencer a los interlocutores sociales, quienes anticipan un prolongado proceso de negociación con intercambio de propuestas.
Una de las principales preocupaciones expresadas durante la discusión por las jubilaciones es el potencial sesgo de género que podría derivarse en la propuesta. En profesiones con alta proporción de mujeres, como las camareras de hotel, las enfermeras laborales a menudo son mal diagnosticadas. Las trabajadoras que necesitan de ingresos, tienden a no tomar la baja laboral y acuden a sus empleos incluso cuando necesitan medicación.
Las conversaciones también han abordado la necesidad de revisar cada diez años el catálogo de profesiones que pueden acogerse a la jubilación anticipada, una medida acordada previamente entre el gobierno y los interlocutores sociales. Estas complejas negociaciones continúan en busca de un equilibrio entre las necesidades de las personas y la sostenibilidad del sistema de pensiones en España.