DESPEJA LAS DUDAS

¿Es malo usar gasolina barata en tu coche?

Aunque pueda parecer que el usar gasolina barata es sinónimo de arruinar nuestro vehículo, lo cierto es que se trata del mismo combustible, pero, con una pequeña diferencia en su distribución.

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Las gasolineras low cost son una tentadora opción para poder seguir usando el coche frente a las idas y venidas en el precio de este combustible tan necesario. Sin embargo, hay quienes sostienen que 'lo baratos sale caro' y aun tienen muchas dudas acerca de si este tipo de gasolina tan barata es realmente conveniente para el motor y si lo puede dañar.

Para comenzar, existen algunas diferencias entre los tipos de gasolina que podemos adquirir: por un lado, está el combustible expedido por las gasolineras clásicas y el low cost. Incluso también podríamos enumerar un tercer grupo, que serían las gasolineras de los grandes centros comerciales, pero se consideran como las low cost por su funcionamiento parecido.

La diferencia en el precio del combustible entre una gasolinera premium, o convencional, y una low cost puede oscilar alrededor de los 10 céntimos por litro, en algunos casos más y en otros menos. Parece poco, pero cuando trasladamos esta cifra a centenares de litros la diferencia crece exponencialmente.

Ahora bien, hay algo que los dos tipos de gasolina tienen en común: todas proviene de las mismas refinerías españolas y tienen el mismo tratamiento que se le exige al combustible producido en nuestro país.

¿Por qué hay gasolinas más baratas que otras?

Tras el tratamiento que se le aplica en las refinerías, la gasolina se distribuye a los diferentes centros logísticos de CLH, donde se almacena en grandes depósitos y en los que irán luego a repostar las distintas grandes marcas y también a todas las low cost. Como vemos, hasta ahora se trata del mismo combustible.

Ahora bien, cuando se carga el combustible en los camiones cisterna empiezan las diferencias, ya que aparecen los aditivos que terminan repercutiendo en el precio final que pagamos, ya sea en una gasolinera de una gran marca, o bien en una de las más baratas.

El combustible en sí es el mismo, pero hay una serie de químicos que algunas marcas añaden al combustible para conseguir mantener los conductos limpios, aumentar la eficacia de la combustión o mejorar la inyección. Por ejemplo, Repsol, Campsa, Cepsa y BP, entre otras, incorporan sus propios aditivos al combustible para mejorar la eficiencia y ayudar a prolongar la vida del motor.

Sin embargo, las marcas low cost, en gran medida no lo hacen y ofrecen a sus clientes un combustible de buena calidad, que cumple todos los estándares de calidad, pero sin estos agregados extras que encarecen el producto. 

Además, no hay que olvidar que las grandes gasolineras también ofrecen servicios adicionales a sus clientes y puestos con mayores comodidades para el viaje del cliente. Hablamos de la clásica tienda con lavabos y cafetería, un túnel de lavado o mangueras tipo “Kärcher”. Por supuesto, muchos empleados trabajan allí y cobran un sueldo, por lo que se entiende que el precio que pague el cliente sea más elevado que en una gasolinera una low cost.

En conclusión, ¿repostar en gasolineras de bajo precio es perjudicial para el vehículo? ¡Para nada! Simplemente, no hay que olvidar que tanto el diésel como la gasolina que sale de los centros CHL es de buena calidad y está totalmente recomendado para el vehículo. Simplemente es más barata porque no cuenta con los extras anteriormente mencionados.

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