IPC EN AUMENTO

La inflación en España afecta a la correcta alimentación de los niños

Los últimos datos muestran que los alimentos fundamentales para el desarrollo infantil son lo que más han subido de precio, mientras que los "poco recomendados" han tenido la tendencia contraria.

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El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió tres décimas en agosto en relación al mes anterior, pero moderó su tasa interanual tres décimas, hasta el 10,5%, manteniéndose en niveles nunca vistos desde hace más de 30 años, según los datos definitivos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El dato de agosto es tres décimas inferior al pico de inflación alcanzado el pasado mes de julio, cuando el IPC se situó en el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.

Esta subida de precios ha afectado también a los alimentos, concretamente, a aquellos considerados saludables por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que han visto incrementar su precio mucho más que la media, mientras que aquellos no tan recomendados para su consumo han sufrido poco incremento de precio.

De esta forma, los alimentos registraron en agosto una subida interanual del 13,8%, tasa tres décimas superior a la de julio y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destaca, especialmente, el encarecimiento de la carne, el pan y los cereales y la leche, el queso y los huevos.

Los lácteos son indispensables para los más chicos.

Este tipo de alimentos son indispensables para una dieta rica y balanceada, especialmente en aquellas familias con menos recursos. Pero si los productos más sanos son aquellos que más suben de precio, las familias más vulnerables podrían optar por llenar el carro con los productos con incrementos más moderados, como chocolate, bollería, refrescos o helados que se encarecieron tres veces menos que frutas, verduras, leche, huevos y pan.

El chocolate ha sido precisamente de los productos que menos ha subido (un 4,9% en agosto), seguido de otros como productos de confitería (6,7%), refrescos (6,8%), cereales azucarados (7,1%), zumos prefabricados (9%), platos preparados (9,7%) o helados (10,5%).

Por el contrario, el encarecimiento de la leche fue del 26%; el de los huevos, del 22,4%; la carne de ave se incrementó un 17,6%; los yogures, un 17,3%; el pan, un 15,2%; las legumbres y hortalizas frescas, un 14,8%; el queso, un 14,6%, y las frutas frescas, un 12,1%.

De esta forma, los padres ven cada vez más limitada la posibilidad de alimentar correctamente a sus hijos, en especial, a aquellos que tengan niños más pequeños o en edad escolar.

El consumo de proteínas e hidratos de carbono aportan mucha energía.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) recomienda para los escolares "estimular el consumo de alimentos crudos como ensaladas. En las comidas debe haber alimentos ricos en proteínas de origen animal como lácteos, carnes y huevos en equilibrio con alimentos de origen vegetal como los cereales, legumbres, verduras y frutas. 

Consideran además que el consumo de dulces y zumos envasados "debe ser controlado" y aconsejan "controlar el exceso de grasas, azúcar y sal en las comidas". El problema está en que precisamente los dulces son los productos que menos suben.

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